Con la vida cada vez más enredada casi no me he dado cuenta y un nuevo mes me lanzo con un nuevo reto para humanizar la radiología.Hace días que manejaba un borrador pero hace apenas una semana conocí una nueva palabra que me tiene robado el corazón: Redarquía.
Redarquía
Redarquía es un nuevo concepto que se antepone al de jerarquía y que se define como el nuevo orden en la sociedad, las organizaciones y las empresas sostenibles.
El concepto lo he podido conocer a través del blog de José Cabrera, un experto en gestión y liderazgo que define la redarquía como el nuevo orden emergente en la era de la colaboración. Gracias José por tu visión tan inspiradora.
En su declaración de Manifiesto Redarquía, Jose Cabrera utiliza las siguientes palabras:
«Las redarquía es el orden natural en un mundo conectado. Para afrontar los nuevos desafíos las organizaciones han de buscar un nuevo balance entre la jerarquía como garante de predictibilidad y control, y la redarquía como motor de innovación y crecimiento.»
No he podido profundizar mucho en el tema pero prometo profundizar con el libro del mismo nombre. Este concepto me parece un paradigma muy interesante que no dudo que será el orden de las organizaciones del futuro y que veo su aplicación a la radiología con claridad.
El servicio de radiodiagnóstico y su orden
Tal como está planteado un servicio de diagnóstico por imagen consiste en una cadena de personas que dan servicio al paciente o usuario. Desde el clínico que prescribe la exploración, la persona que da cita, el personal de recepción, el técnico que obtiene las imágenes, el médico que emite un informe con el diagnóstico al personal que entrega el resultado. Son todos pequeños o grandes partes del servicio con la intención de buscar un diagnóstico que permita solucionar posteriormente una dolencia del paciente.
El orden del servicio normalmente viene estructurado por una jerarquía que parte de la dirección de la empresa, el jefe de servicio, jefes clínicos, la supervisión o los mandos intermedios y por debajo distintos profesionales que en ocasiones se ordenan jerárquicamente en función de su categoría profesional o nivel de estudios. Entre esos profesionales encontramos médicos especialistas en radiodiagnóstico, enfermeras, técnicos en radiodiagnóstico o TSID , auxiliares clínicos y personal administrativo.
La jerarquía incluye al paciente que muchas veces se siente el último de la cadena jerárquica, sumiso, obediente y en tierra hostil mientras todos los demás estamos como en casa. Otras veces no es así y se siente cliente y reclama ser atendido cómo tal. Son muchos los diferentes roles de paciente pero lo que nadie duda es que el paciente es el centro del servicio. Dentro de este entramado el médico prescriptor es también parte de la cadena de diagnóstico.
El valor del trabajo colaborativo
Este concepto de redarquia pretende dar fuerza y empoderamiento al individuo para que sea responsable y a la vez participe de su papel en la organización. Es decir que el trabajo sea un trabajo colaborativo responsable en busca de objetivos comunes y no una instrucción de órdenes asignadas por un superior.
Pero volvamos al mundo de la radiología. En los servicios de diagnóstico por imagen, cada vez más diseñados como una cadena de montaje, siento a veces que no se potencia la conciencia del valor del trabajo colaborativo. Humanizar la radiología incluye romper este concepto de cadena de montaje donde nos acercamos a un trabajo de robots. Humanizar el servicio incluye alejarse de un servicio fotomaton donde el paciente viene a obtener una imagen y un informe sin ningún valor añadido.
Por un lado encontramos que las imágenes médicas se encuentran en más del 80% de las decisiones médicas lo que hace que el servicio de radiología sea una estación obligada para la mayoría de las dolencias. Son servicios altamente tecnificados donde cada vez se tratan diagnósticos más complejos pero que al final el diagnóstico dependerá no sólo de la calidad de la imagen si no de la información clínica que aporte el paciente y el médico referidor. El disponer de esta información resulta indispensable para obtener un diagnóstico que resuelva el problema clínico que padece el paciente, el gran protagonista, y permita al médico prescriptor de la exploración tomar una decisión terapeútica personalizada para un paciente, una persona.
La importancia de cada profesional que interacción con el paciente es vital para el diagnóstico siendo indispensable trabajar en red y de forma atenta como si un equipo de quirófano se tratase. Bucear en el interior del cuerpo del paciente mediante técnicas de imagen es una alta responsabilidad si somos conscientes de que nuestro trabajo colaborativo tiene como objetivo ayudar a una persona a recuperar su salud.
Veamos porqué:
1- El médico referidor o prescriptor de la exploración es el primero en el equipo de radiología. Cuando el clínico aportar la máxima información o indicio de sospecha permite diagnósticos de calidad. Una petición sin información clínica es como enviar un paciente al quirófano sin saber de que se debe intervenir. Algunos médicos prescriptores se implican de manera excelente con el radiólogo siendo una gran fuente de aprendizaje para ambos profesionales además de un garante de calidad de la atención al paciente. Esta relación más allá de una petición humaniza el proceso asistencial.
2- El servicio de citación y de admisión es responsable de una correcta cita del paciente para la exploración más adecuada. El administrativo conoce las condiciones en que debe realizarse la prueba en sus ópticas condiciones: a veces es necesario que el estudio se realice en un tiempo adecuado como la fase del ciclo menstrual, x días después de una biopsia, el día u hora que se encuentra un cierto especialista, en ayunas u otra preparación … Informar de los estudios previos que debe traer el paciente es también su responsabilidad. Cualquier incidencia en esta información puede mermar la calidad del diagnóstico y el administrativo debe conocerlo. Para evitar errores es de vital importancia que el profesional administrativo se considere parte del equipo. El administrativo por su parte debe implicarse en formarse en la información específica de cada prueba para que su trabajo sea lo más excelente posible. Por otro lado una alta responsabilidad del administrativo es ser responsable de que la información del paciente sea única y sin errores en la identidad de los pacientes. Un pequeño cambio en el nombre del paciente (Maria Pilar o Maria del Pilar) puede llevar a que el radiólogo no disponga de estudios previos y dar lugar a un peor diagnóstico. Comunicarse con los técnicos y radiólogos, tener curiosidad por su trabajo hace su trabajo interesante, excelente y sobretodo humano.
3- El técnico de diagnóstico por imagen (TSID) o TER, es el profesional responsable de la obtención de las imágenes. El TSID debe saber obtener las imágenes específicas que necesitará el radiólogo para llegar al diagnóstico más adecuado en cada paciente. Además el TSID se ocupa de escuchar, cuidar y atender al paciente siendo los ojos y los oídos del radiólogo por lo que debe comunicar toda la información clínica posible al radiólogo además de obtener las imágenes precisas y más indicada para cada patología. Como podéis comprender debe saber un montón de anatomía y de patología para adecuar su trabajo a cada paciente y obtener imágenes excelentes siendo el cómplice perfecto del radiólogo. Ambos deben trabajar en mutua confianza una relación en red colaborativa que visibiliza su papel . Una mala imagen puede ser la diferencia para un diagnóstico mediocre o excelente. Colaborar con los administrativos para mejorar su formación y la información que transmiten al paciente también humaniza su trabajo y lo aleja de un trabajo mecanizado deshumanizado. El TSID trabaja en red con profesionales y pacientes una red que no debe ser una cadena de montaje si no una red colaborativa que humaniza su trabajo.
Igualmente enfermería cuida del paciente en el servicio y debe conocer las necesidades específicas del paciente en el servicio de radiología colaborando en el proceso y sus compañeros.
4- El médico especialista en radiodiagnóstico, es el responsable de emitir un informe diagnóstico que no sea una mera lectura de imágenes. El radiólogo debe buscar la respuesta que el paciente ha venido a buscar y colaborar con el médico prescriptor para llegar al mejor diagnóstico. Tener en cuenta la información clínica y comunicarse con el prescriptor puede ser la gran diferencia. La comunicación con el paciente es muchas veces decisiva para llegar a un diagnóstico difícil y desde luego comunicar el diagnóstico al propio paciente permite colaborar con el clínico en concienciar al paciente en el cuidado de su salud, la aceptación de su diagnóstico y posterior cumplimiento del tratamiento. La diferencia entre ser lector de imágenes y emitir un diagnostico puede ser abismal. La relación con el técnico debe ser de complicidad y absoluto trabajo en equipo dando feedback de la calidad de las imágenes y co-creando juntos nuevos protocolos innovadores para llegar a un objetivo común dar servicio al paciente, por encima de simplemente emitir un un informe de unas imágenes.
5- El paciente también importa. Una buena colaboración, saber entender las instrucciones, seguir los cuidados que prescribimos o la preparación puede cambiar la calidad de un diagnóstico. Pero si hay algo realmente importante que el paciente puede hacer es traer toda información previa sobretodo si es información que el facultativo no podrá disponer por tratarse de una institución o centro distinto. Tener estudios o información previa puede ser de vital importancia muchas veces, una imagen que permanece en el tiempo tiene un cierto valor tranquilizador mientras que una imagen que evoluciona en el tiempo suele ser un signo de alarma. Parece de sentido común pero a veces el paciente no es capaz de imaginar hasta que punto es importante para su diagnóstico.
Este es un mero resumen de las responsabilidades de cada uno de los actores pero lo importante es ser consciente de que un pequeño fallo en la responsabilidad de cada uno empeora el proceso y que puede llevar a alargar el proceso asistencial del paciente incluso llevar a la perdida de oportunidad del paciente de conseguir el mejor tratamiento. Empoderar a cada uno de los actores para que actúen de manera responsable implica formación y buena comunicación así como capacidad de trabajo en red. Sólo siendo conscientes de formar parte de esta red colaborativa formaremos parte de un sistema de salud sostenible e innovador pero sobretodo humanizado. Ni profesionales ni pacientes queremos dejar de sentir que somos humanos.
Reto del mes de Mayo
Los que sois seguidores de este blog ya conocéis mi compromiso para la humanización de la radiología en forma de doce pequeños retos de mejora para doce meses durante este año. Este mes el reto es simplemente ser consciente y comprometida con una organización en red, una redarquía. Este es un reto complejo pero visualizarlo es el primer paso.
Ser consciente de ese trabajo en red colaborativo donde todos debemos actuar con responsabilidad, conocimiento y voluntad en busca del mejor diagnóstico para el paciente, incluido el mismo paciente. Un trabajo que no sea mecánico, impersonal y robótico. Este es un reto para profesionales y para pacientes. Todos juntos y actuando en red para un trabajo excelente, un trabajo que hace humanos a profesionales y pacientes.
¡I have a dream!
Os recuerdo mis retos para 2018:
- Dirígete al paciente por su nombre y preséntate con el tuyo.
- Informa al paciente de todo lo que le va ocurrir durante el servicio, no des por hecho nada.
- Cambia la actitud para que todo cambie, ponte en el lado del paciente.
- Pregunta al paciente sobre su experiencia de paciente al acabar de atenderlo. Escúchalo y propon tu mejora continua gracias a él.
- Actua en red colaborativa cooresponsable, piensa en redarquía y nunca necesitaras un jefe además de sentirte humano en el proceso de diagnóstico.
Recuerda que espero tus comentarios y sugerencias y no olvides compartir en tus redes sociales para que la humanización de la radiología sea un objetivos de todos, profesionales y pacientes.
Felicidades una vez más por practicar una medicina compasiva y por hacernos llegar estos post mensuales que nos ayudan a comprender y a creer que la humanización es posible.
excente propuesta !!! espero ponerla en practica