Este verano he conocido a una paciente empoderada. Y, ¿qué quiere decir eso?
El paciente empoderado es aquel que participa de forma activa desde el diagnóstico de su enfermedad hasta su tratamiento.
Mi paciente es un ejemplo de este tipo de pacientes: protagonista, informada, activa  e implicada en su enfermedad.
Su intervención estaba modulando el curso de su enfermedad.  Asume riesgos y los comparte con sus médicos.
Informar y fomentar la participación del paciente
Los profesionales de hoy somos responsables de informar y educar a nuestros pacientes para mejorar su salud.
El modelo paternalista donde el paciente no participa ni está informado no es ya un modelo vigente.
Contar con la participación activa del paciente en enfermedades crónicas y cáncer puede ser una herramienta de gran ayuda.
Nuestra actitud debe propiciar esa participación activa., ya que puede ser vital alentar al paciente a conocer su enfermedad, asumirla , que entienda la importancia del seguimiento de los tratamientos y  ayudarle a mantener una actitud positiva.
El paciente en nuestro equipo
Si la medicina cada día es una ciencia que tiende a evolucionar a través del conocimiento generado en equipos multidisciplinares no podemos olvidar al paciente.
Ellos nos pueden aportar su visión de cómo viven sus tratamientos y participar en nuestras decisiones. Ellos deben ser el centro de la medicina; no las enfermedades.
Una experiencia que te cambia la vida
Muchas pacientes que han sufrido un cáncer de mama han hecho importantes cambios en su vida que incluso han derivado a una nueva carrera profesional.
Afortunadamente conozco a varios ejemplos y es estimulante su alta motivación y su valores.
Mi nueva paciente ha prometido también un cambio en su orientación profesional que promete ser una mejora para otras mujeres como ella.
Me ha encantado conocerla y recoger su experiencia para otras pacientes y me encantará seguirla.