Uno de los signos que más preocupa a las mujeres es la detección de un bulto en la mama. Muchas veces simplemente es una zona del pecho más firme o con una textura más nodular. Este hallazgo puede ser fruto de una auto-exploración de la propia mujer o de la exploración de rutina del especialista en ginecología. Cuando aparece este signo surge la sospecha de que puede deberse a un cáncer de mama siendo esto un motivo de alarma para cualquier mujer.
La exploración mamaria es una técnica en ocasiones difícil hasta para los más experimentados especialistas. Determinar si realmente hay un bulto o no en la mama será más o menos difícil en función de si la mamas son más densas y fibrosas o más adiposas. Los verdaderos bultos son tridimensionales, asimétricos y se distinguen bien del tejido circundante.
El cáncer suele ser de consistencia dura, bordes mal delimitados, adherido a la piel o la fascia profunda o con retracción del pezón o de la piel asociada. Sin embargo una zona palpable de mayor consistencia que el resto de los cuadrantes de la mama o asimétrica respecto a la mama contralateral se asocia a un cáncer en sólo un 5% de los casos.
Los nódulos benignos son móviles, bien delimitados y de consistencia blanda o elástica y son los más frecuentes.

Diagnóstico por imagen

Cualquier hallazgo clínico de estas características pasa a ser fruto de una investigación en el servicio de diagnóstico por imagen de patología mamaria. Las exploraciones básicas serán mamografía y ecografía y en ocasiones la resonancia magnética.

Mamografía

La mamografía de la mama que ha generado problema o de ambas mamas si no existe un estudio previo reciente será parte de la investigación de ese probable bulto en mujeres mayores de 30-40 años. Podemos detectar un nódulo bien o mal delimitado y podemos ver si existen microcalcificaciones. Este hallazgo nos informa de la posibilidad de un origen maligno. Las microcalcificaciones no son visibles en la ecografía en gran parte de las ocasiones.
Las nuevas técnicas de tomoisíntesis permiten el estudio tridimensional de los nódulos mamarios añadiendo información que nos conduzca a decidir que el aspecto es benigno o maligno.
mamografia

Ecografía

La ecografía es la técnica de imagen más adecuada para caracterizar ese probable bulto en el pecho en cualquier segmento de edad. La ausencia de uso de radiaciones ionizantes la ha convertido en una de las herramientas más utilizada en el estudio de patología mamaria. Mediante la ecografía mamaria podremos determinar la existencia de lesiones no visibles en mamografía y caracterizar sin son líquidos (quistes benignos siempre) o sólidas. Hasta un 40% de los casos son lesiones sólo visibles en la ecografía.
ecografia

El uso combinado de las distintas técnicas de imagen, ecografía y mamografía, eleva la tasa de detección del cáncer de mama hasta niveles cercanos al 100%. Es por eso que debemos realizar el estudio de forma combinada en un solo acto siempre que sea posible. Pensar que son exploraciones que pueden realizarse por equipos diferentes incluso en centros diferentes aumenta la posibilidad de un error diagnóstico o retraso en un diagnóstico de cáncer.

Cuando la mamografía revela la existencia de un bulto de aspecto benigno en relación al bulto palpable no es necesario añadir una ecografía para su diagnóstico. Eso ocurre en casos como los quistes oleosos, ganglios o el hamarthoma donde la seguridad es alta para el diagnóstico de benignidad.
En el caso de que la mamografía detecte lesiones probablemente benignas (Por ejemplo:nódulos redondos u ovalados bien circunscritos) la ecografía nos permite caracterizar estas imágenes diferenciando entre imágenes claramente benignas como los quistes simples mamarios e identificando en otros casos aquellos signos de sospecha que nos indiquen la necesidad de una biopsia para descartar una lesión maligna.
Son criterios ecográficos  de benignidad en un nódulo sólido su morfologóa ovalada o redondeada, con los límites bien definidos y orientación paralela así como homogeneidad en su estructura y la ausencia de una sombra posterior. La mayoría de estas lesionbes son fibroadenomas benignos.
Cuando la mamografía ya la ecografía son negativas (no detectan nada) o detectan algo benigno en un nódulo palpable el valor predictivo negativo (la fiabilidad de que en relaidad no hay nada) es muy alta, mayor del 97%. Lo importante es saber correlacionar ambas imágenes y aquello que estamos palpando en el pecho de una mujer. Es por eso que un hallazgo clínicamente muy sospechoso no debe dejarse de biposiar nunca a pesar de las imágenes negativas.
En el caso de las mamas densas, son frecuentes los estudios en los que parece que palpamos algo y en la imagen podemos ver claramente que se trata de tejido glandular muy denso sin ninguna patología asociada. Parece esto el caso de una lectora del blog que angustiada preguntaba en un comentario.

La resonancia magnética

En ocasiones una imagen dudosa puede necesitar de una resonancia magnética que ayude a determinar si es preciso una biopsia. Sin embargo en el caso de lesiones palpables son escasas las ocasiones en que no es suficiente estudiarlo mediante mamografía y ecografía. La resonancia ha demostrado gran valor en la búsqueda de cáncer oculto o en el estudio de extensión de cáncer conocido. El ú¡uso de la resonancia cuando la mamografía y la ecografía son negativas y existe un bulto palpable no está demostrado que sea superior al uso combinado de mamografía y ecografía.

Biopsia mamaria

Cuando al estudiar un bulto mamario encontramos una imagen que no podemos decir que sea benigna por sus características de imagen deberemos caracterizar esta imagen mediante una biposia. En esta biopsia podremos confirmar que las imágenes son benignas o malignas para determinar el tratamiento necesario. El modo de acceder a esa biopsia generalmente será mediante ecografía.
 

A modo de resumen, tener un bulto en el pecho merece ser revisado en estudios de imagen. La mayoría resultaran benignos pero debemos descartar que no sean malignos. El uso combinado de mamografía y ecografía por encima de los 30 años y ecografía sola en menores de 30 años es el protocolo habitual para investigar un bulto en la mama. La exploración combinada debe realizarse en un mismo acto médico por un mismo profesional dentro de una Unidad de diagnóstico de mama.

 
Este post nace de un comentario   de Anabel lectora del Blog.
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