Desde sus inicios en los años 90, la resonancia magnética se ha considerado una herramienta muy útil para el estudio de las patologías mamarias, pero no ha sido fácil generalizar su uso.
La escuela americana de resonancia magnética tardó en reconocer su valor hasta que el Profesor Kaisser, de la escuela de radiología alemana y recientemente fallecido, consiguió demostrar su gran eficacia.
El manejo de los estudios realizados por parte de expertos en mama, y no en manos de expertos en todo tipo de resonancia magnética (como se hizo en un principio), ha hecho que esta exploración se considere hoy en día la mejor herramienta en diagnóstico de patología mamaria.
Foto: resonancia magnética de mama
La resonancia magnética de mama es una exploración compleja, costosa y poco cómoda para la paciente. Se necesita inyectar contraste en la vena para estudiar cómo captan los tejidos y diferenciar los tumores.
En esta exploración obtenemos cerca de 2. 000 imágenes y podemos realizar con ellas reconstrucciones en 3D de los dos senos que pueden llevar a ser muy gráficas y útiles para cirujanos, ginecólogos y oncólogos.
No es una herramienta básica de diagnóstico por lo que la usamos para casos muy concretos como son:
- Acabar de estudiar tumores malignos y ver su extensión. Muchas veces los tumores mamarios no son lesiones únicas y tiene otros focos a su alrededor que descubrimos al hacer la resonancia. Hasta en un 15-20% de los casos podemos descubrir lesiones adicionales que con la mamografía y la ecografía no habríamos detectado. Estos hallazgos pueden llegar a cambiar el tratamiento adecuándolo mejor a la extensión de los tumores.
- En un 3-4% de los casos, este tipo de prueba diagnóstica también nos permite descubrir cáncer en la otra mama. De no detectarlo entonces, este segundo cáncer podría aparecer al poco tiempo de acabar el tratamiento y obligar a la paciente a iniciar uno nuevo.
- La resonancia magnética de mama permite adecuar el tratamiento según la extensión de los tumores y evitar así las re intervenciones por encontrarse los márgenes quirúrgicos afectados por la enfermedad. Las cirugías más conservadoras precisan cada vez más de imágenes muy precisas que orienten a los cirujanos y les ayuden a extirpar el mínimo tejido sano de los alrededores de los tumores.
- También es útil en algunas ocasiones para lesiones sospechosas donde podemos evitar biopsias innecesarias. Cuando no tenemos claro hacia dónde dirigir la biopsia o creemos que una lesión puede ser sospechosa y no está claro cómo localizarla, tener una imagen más precisa ayuda mucho. No obstante, no se debe abusar de la resonancia magnética de mama como método de diagnóstico pues, en la mayoría de los casos, una buena mamografía digital o una ecografía de alta resolución deberían darnos un diagnóstico preciso.
- Sólo la utilizamos como método de control (screening) en pacientes que tienen un elevado riesgo de padecer cáncer de mama , como son las portadoras de ciertas mutaciones genéticas, las personas con importantes antecedentes familiares de riesgo, las pacientes que han sido irradiadas en el tórax en la infancia o que ya han padecido un cáncer previamente. Esto es un grupo muy reducido de pacientes. No debemos confundir el tener a alguien en la familia que haya padecido un cáncer de mama con un antecedente de riesgo. El cáncer de mama esporádico, es decir, el que aparece sin un factor genético determinante, es el más frecuente.
- Esta exploración es también la mejor opción para valorar los implantes mamarios. Con el tiempo, los implantes mamarios pueden llegar a degradarse y romperse dejando escapar la silicona. La resonancia magnética es la mejor manera de comprobar su integridad.
En definitiva, el gran valor de la resonancia magnética de mama se basa en que no solo analiza la forma de las lesiones, sino también la funcionalidad de los tejidos mediante el estudio del contraste que inyectamos en la vena. También es capaz de ver cómo se comportan las moléculas dentro del tumor (diagnóstico molecular).
Esta técnica es muy precisa pero su complejidad y costo hacen que se deba realizar siempre después de agotar las otras técnicas más sencillas, como son mamografía y ecografía.
En mi caso, suelo presentarlas a las pacientes por que les ayuda a hacerse la idea del tamaño de su tumor.
Si necesitas cualquier otro tipo de información sobre la resonancia magnética de mama, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de mi correo electrónico centromanchon@gmail.com.
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