Cuando acudes a tu cita con la  mamografía siempre piensas que es una rutina que conoces. Te parece que pasado el trámite y el consiguiente aplastamiento de las mamas podrás seguir con tu vida cotidiana. Pero hoy no ha sido así.
Algo han visto en tu mamografía, te han propuesto una ecografía y luego una biopsia. Quizá directamente después de la mamografía vino la propuesta de la biopsia. ¡Houston tenemos un problema!

El momento de la verdad 

A nadie le gusta reconocerlo pero siempre que nos hacemos una mamografía pensamos que este momento puede llegar. Por un minuto todas pensamos que es el momento de la verdad. Ese instante en el que tu vida puede cambiar.
Quizás hay algo que no está bien y puedes llegar a descubrirlo justo ahora.  Se sufre en silencio y se respira hondo cuando puedes saber en pocos minutos el resultado de tu mamografía. Si hay que esperar unos días ese sentimiento se prolonga atenuado. Como quien no quiere ni mentar a la mala suerte.

Cambio en el guión

Hoy todo ha sido diferente. Años acudiendo a esta cita y de repente el guión cambia. Un radiólogo te invita a hablar de tus resultados. Un calambre recorre tu columna vertebral. En la mamografía de este año había algo diferente. En la ecografía se confirma que hay que acabar de saber más. Te propone una biopsia. Taquicardia y miedo a tener un diagnóstico que no quieres ni pensar. ¿Puede ser cáncer? Ni siquiera te atreves a preguntar.

Gestionando emociones 

A veces la cabeza se obstina en un diagnóstico fatal y otras veces la incredulidad inhunda tus pensamientos.
Al otro lado hay un radiólogo también gestionando emociones con más o menos habilidad. Nadie lo ha formado para esto. Su formación es meramente técnica. A veces su experiencia le ha permitido aprender a dar una noticia así. A veces ha buscado formarse para ayudar a gestionar situaciones incómodas. Ver sufrir tampoco resulta fácil.

Mala experiencia 

Otras veces el radiólogo se esconde tras su informe de papel y te remite al ginecólogo para que suelte la noticia bomba. Tu tienes el informe en tus manos. Lo abres y no puedes acabar de entender lo que pone ahí.
Tendrásq esperar y cuando alguien te lo traduzca no podrás hablar con el radiólogo que es quién sabe el porqué de esa biopsia. Cuando ocurre así, otras pacientes me han comentado la situación. No les gusta.

Qué significa esta necesidad de biopsia 

Afortunadamente tu radiólogo te ha explicado que va a suceder ahora. Parece que hay una duda y quiere acabar de conocer la naturaleza de ese nuevo nódulo en tu pecho.
Parece que estamos ante un tumor benigno que queremos confirmar con la biopsia. El nivel de alarma se tranquiliza.
• Las posibilidades de que sea maligno son bajas. Hay esperanza. Habrá que esperar.
• Las posibilidades de malignidad son moderadas. Habrá que esperar el resultado pero hay ciertas circunstancias que nos permiten decir que no nos vamos a enfrentar a un gran enemigo.
• Estamos ante un tumor con alta posibilidad de ser maligno. Nos preocupa. Pero vamos a acabar de definir cuando tengamos toda la información. Quizás quieres saber alguna cosa más que te parezca importante saber ahora. ¿Te puedo ayudar?

Todas estas situaciones son posibles. No es posible que tu miedo desaparezca. Lo sé. Nunca te has enfrentado a esta situación. Quizás estás sufriendo y al final quedará todo en agua de borrajas. Quizás no. Te puedo entender.

¿Cuánto duele una biopsia ?

Ahora empiezas a pensar y piensas que no te gustan nada las agujas. En algunos casos, un control en unos meses puede evitar una biopsia. A veces es una alternativa. Siempre que no tengamos sospecha. Si queremos confirmar benignidad puede ser una opción.
En caso de no poder esquivar esa biopsia empiezas a tener miedo al dolor. Quizás pueda tranquilizarte. Una biopsia no debe ser un procedimiento doloroso. Para evitar el dolor podemos usar la anestesia y la usamos siempre que se traten de agujas gruesas. Puedes leer más en este post. Pero hay un truco que quiero que conozcas. La mente puede hacer que tu dolor se acreciente con la ansiedad. Es importante que si tu ansiedad es alta hagamos un ejercicio de relajación. Puedes entrenarte en casa. Seguro que encuentras algún vídeo o música relajante. Si quieres puedes traerte la música en tu móvil. La ponemos y nos relajamos juntos.

Biopsia finalizada. ¿Y ahora qué?

Al final has sobrevivido a la dichosa biopsia. El miedo al dolor ha desaparecido. Ahora toca cuidar esa herida. Un poco de hielo durante las primeras 24 horas y nada de ejercicio intenso. Probablemente aparezca un hematoma. Un pequeño hematoma es normal y todo el pecho morado también puede ser normal. Hay que cuidar que la herida no tenga signos de infección ni sangrado. Por lo demás, haz que te mimen al menos un par de días. Has sufrido y bien mereces cuidados especiales.

Veredicto

Ahora tu preocupación es el diagnóstico. Un veredicto que debemos esperar en unos días. El diagnóstico de anatomía patológica requiere de un proceso de varios días en el laboratorio. No podemos tener la información antes. Sabemos que estás sufriendo. En cuanto llegue el resultado te llamamos y quedamos para verlo juntas.
Puedo explicarte el resultado para que puedas entender el significado. A veces no es fácil de entender y otras veces el diagnóstico es difícil de asumir pero puedo intentar ayudarte.
Esta es tu historia y la de muchas otras mujeres a las que acompañamos cada día a trasspasar este abismo. El momento en el que te dicen que necesitas una biopsia de mama.
Espero haber podido ayudarte. Si es así comparte esta información para que llegue a otras mujeres como tu. Siempre puedes escribirme para aclarar tus dudas.
 

Foto de Valeria Boltneva en Pexels