Como ya os avanzaba en el primer post de este año, para el 2019 voy a proponer doce buenas practicas que puedan disminuir los riesgos en radiología. Los servicios de radiología son servicios de alta complejidad donde los procesos conllevan múltiples sistemas tecnológicos y múltiples profesionales;administrativos,técnicos y médicos interactúan con el paciente en un mismo proceso de diagnóstico. La radiología centrada en el paciente precisa de un control de los riesgos para dar la calidad que necesita el paciente .
Verifica la identidad del paciente, primer reto.
Hace un año cuando desde este blog lanzaba doce retos para humanizar la radiología , el primer reto que proponía era presentarse y llamar al paciente por su nombre. En línea con esta iniciativa el primer reto que quiero conseguir este año para disminuir los riesgos en radiología es identificar correctamente al paciente.
La errónea identificación de un paciente puede dar lugar a múltiples incidencias, desde la desagregación de partes de sus datos de su historia clínica hasta llegar a practicar erróneamente un estudio no indicado o incidencias con los resultados. Parece un reto poco necesario pero todos los que trabajamos en radiología vemos alguna u otra vez un error evitable con esta buena práctica.
Cadena de riesgos en identificación del paciente.
En un servicio de radiología el paciente transcurre por un circuito donde distintos profesionales pueden incurrir en el error respecto a su identificación. Somos humanos y es por eso que los sistemas de identificación de paciente suelen estar automatizados en gran parte de los procesos pero aún queda puntos críticos donde el error es posible.
El mapa de riesgos del servicio de radiología sigue la ruta del paciente a través del servicio; el Patient Journey de Radiología.
Citación e identificación del paciente en el registro de pacientes.
Dar de alta a un nuevo paciente en el registro tiene una alta importancia, es un punto crítico. De ese registro se obtendrán los datos los equipos médicos a través de la “worklist”, cualquier error se transmite a toda la cadena de diagnóstico. El personal administrativo de un centro sanitario forma parte de la cadena del servicio y deben ser conscientes de que un error médico puede originarse en este acto. La calidad empieza con ellos. Debe verificarse que no tenemos al paciente dado de alta previamente, que los datos están escritos correctamente, a veces una simple letra sirve para no poder encontrar las imágenes del paciente. El DNI es el mejor identificador por ser un número identificador único por persona. La fecha de nacimiento es un buen discriminador ante apellidos iguales.
Identificación en la sala de exploración.
Al pasar a la sala de exploraciones es crítico para técnicos, radiólogos y demás profesionales sanitarios el verificar la identidad del paciente. Remarcar sus dos apellidos y nombre además de la fecha de nacimiento es el la mejor manera de evitar errores. Hermanos que coinciden o simplemente la azarosa casualidad que hace que en una agenda coincidan personas con nombres iguales o incluso nombre y apellido.
En todos los servicios hemos vivido errores importantes de pacientes que al estar nerviosos creen oír su nombre y se dejan hacer una exploración totalmente diferente a la que venían a hacerse. En una ocasión cierto radiólogo me comentó que una vez llamando a un paciente por su nombre le apareció otro . A la hora de deshacer el entuerto el nombre del paciente que al que se quería llamar era «Segundo», por eso se dijo ¨Segundo, pase. Vamos a hacerle la prueba Segundo¨.El otro paciente entendió que como él era el “segundo” en orden de pasar le tocaba el turno y se dejó hacer una prueba de colón por otra de un pie. Parece chistoso pero en la piel de los pacientes el estado de incertidumbre juega malas pasadas.
Identificando imágenes y paciente.
A la hora de informar las imágenes es importante verificar también los datos del paciente. Muchos programas de gestión ya permiten escribir el informe en el programa de gestión de imágenes o simplemente están ligados ambos sistemas de forma automática evitando riesgos de errores. El error en el informe médico puede tener una importancia alta sobretodo si son exploraciones de una misma área donde el error puede permanecer oculto y perjudicar a los dos pacientes a los que se ha intercambiado el informe. Afortunadamente los sistemas de gestión lo hacen poco probable.
Entrega de resultados.
Otro punto crítico de la cadena del servicios es la entrega de resultados. En hospitales e instituciones donde el servicio de radiodiagnóstico trabaja exclusivamente para pacientes de la propia institución los resultados llegan al clínico directamente a través del sistema informático. En caso de servicios de diagnóstico independientes la entrega de resultados es otro punto crítico. Un sobre con una etiqueta equivocada puede dar lugar a la entrega errónea de resultados.
Todos estos puntos críticos merecen formar parte de un check list donde apoyarse para reducir al mínimo el riesgo de un error de identificación.
Desde el punto de vista del paciente.
Mi consejo para pacientes es estar atentos a estos puntos críticos y chequear a su vez que las personas con las que interactuan tienen identificadores claros. Entre todos disminuir riesgos es posible.
Hasta aquí mi primer reto de buena practica para reducir los riesgos en radiología y desde luego en otros muchos puntos de la asistencia sanitaria:
Reto nº 1-Identificación del paciente.
Espero que este post sea el primero que nos lleve a incrementar la seguridad y la calidad de los servicios que damos al paciente, el verdadero centro del sistema sanitario.
Te invito a compartir esta información en tus redes sociales y que la ola de mejora en la seguridad se extienda en nuestra querida profesión, la radiología.
Saludos y salud,
Pilar Manchón
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