Hay semanas en que la candente actualidad se hace un hueco en este blog apartando a otros temas que se quedan en el tintero.
Esta semana, el rechazo de muchos ciudadanos a la donación de Amancio Ortega a la sanidad pública en forma de equipos de radioterapia y radiodiagnóstico ha tenido contundentes reacciones en multitud de foros y blogs sanitarios. Vergüenza dan algunos argumentos mezclados con el miedo a la radiación, olvidando el impacto que ha supuesto el descubrimiento de los rayos X en los avances médicos del último siglo y el consecuente aumento de la esperanza de vida.
Hoy me gustaría simplemente agradecer este gesto en nombre de la miles de pacientes que se beneficiarán de un tratamiento mejor o quizás más cercano a su vivienda. No debemos olvidar a esos pacientes que viven en áreas rurales o en ciudades donde ni disponen de estos equipos.
La tendencia actual de anteponer el tratamiento con quimioterapia a la cirugía me permite el contacto con muchas pacientes el día de su cirugía para guiarla marcando el lugar de su tumor con un arpón. Una vez superada la cirugía solamente les quedará el tratamiento con radioterapia. Ya empiezan a ver el final. Me gusta animarlas a sobrellevar esta recta final en su tratamiento y conversar con ellas. Hay un comentario que se repite en algunas de ellas, una queja habitual. Aquellas que no viven en Barcelona, algunas a más de 100 km de Barcelona y se desplazan a diario para el tratamiento de radioterapia durante varias semanas viven como un sobre castigo este desplazamiento que se suma al sufrimiento del miedo y un tedioso tratamiento . ¿Quien sería capaz de hacer ese viaje a diario por cualquier otro motivo. Placer, trabajo o ayudar a un amigo? Nadie creo. Ponerse en la piel de estas pacientes estremece por el esfuerzo y coste en calidad de vida de ellas y sus familias cuando no el coste en gasolina para el viaje.
La actual crisis que nos acompaña ya hace casi una década, ha dado lugar al mayor estancamiento de la historia en cuanto a la renovación en el parque de equipos médicos de alta tecnología. Los recursos sanitarios entiendo que son finitos y la innovación tecnológica nos aboca a una inversión que no tiene fin, no obstante, también entiendo que un presupuesto sanitario debe consensuarse con los profesionales sanitarios que son los responsables de velar por la calidad de los servicios que ofrecen a sus pacientes.
Estamos en un momento en que el impulso necesario para recuperar este estancamiento en renovación de equipos requiere un esfuerzo importante y no deben despreciarse ninguna vía de ayuda. Por eso me gustaría dar las gracias al Sr. Amancio Ortega por su acertada donación. Una donación que impactará directamente en el ciudadano. Me temo que la información que le ha llevado a esta decisión ha sido acertada: ¡tenemos un problema Houston!
 
Para la empresa privada seguir invirtiendo en renovación de equipos en estos últimos años ha sido toda una proeza. La medicina privada mayoritariamente dependiente de la aseguradora médica maneja cada vez márgenes más cortos dando servicio a casi una cuarta parte de la población. Una política de no renovación de equipos podría ser una buena respuesta de contención a esta crisis sin embargo mi opinión personal es que no debemos apearnos de la cadena de renovación o caeremos en el riesgo de quedarnos fuera del mercado por un parque de equipos obsoletos imposibles de renovar. Nunca ha sido más cierto el refrán cuyo origen se atribuye al filósofo y escritor Miguel de Unamuno: «renovarse o morir » 😉
La innovación y los cambios tecnológicos se producen cada vez a un ritmo más vertiginoso y el estancamiento en renovación de equipos puede llegar a repercutir en la calidad de los diagnósticos y tratamientos que ofrecemos a los pacientes. ¿Quien utiliza ya una cámara fotográfica analógica o no dispone de un teléfono móvil? Nadie o casi nadie. Hace una década no se había presentado el iPhone, el primer smartphone que ha revolucionado nuestras vidas.
Nuestros equipos médicos también han cambiado en estos años de manera sustancial. La aparición de la nueva modalidad de Tomosintesis o mamografía 3D ha sido una de ellas y seguro que sus ventajas en el diagnóstico y prevención del cáncer van a suponer un antes y un después en el cáncer de mama. Los avances en inteligencia artificial serán en la siguiente década los responsables de una nueva revolución en la medicina. El control de la radiación también va de la mano de los nuevos equipos. En fin sin renovación no hay innovación.
 
A pesar de que me preocupa mucho un mundo cada vez más polarizado con escaso margen para la pequeña y mediana empresa y el emprendedor que son quienes crean riqueza en manos de muchos y no concentración en manos de unos pocos y a pesar de que no creo que Inditex precise mi defensa, me gustaría que antes de criticar cualquier política empresarial mirásemos nuestro consumo habitual y fuéramos consecuentes con nuestra elección. El consumo responsable es importante y de nosotros depende cambiar este mundo pero los números de esta empresa no engañan. Sus ventas crecen y crecen sin parar. Que tire la piedra el primero que no consuma sus prendas o prendas de fabricación en Asia de otra marcas. No hay más que mirar las etiquetas en casa. Te invito a hacer este ejercicio en tu armario.
Y por último simplemente decir a los que han criticado esta donación de Inditex que estoy segura que el Sr. Ortega ya ha rentabilizado con creces el dinero de la donación con la mejor campaña publicitaria de su historia gracias a ellos! Si en algún momento pretendieron hacerle daño han conseguido todo lo contrario.