En los últimos días han coincidido varias pacientes que han requerido el diagnóstico de un bulto en el pecho durante el periodo de lactancia.
Para este diagnóstico de la mama disponemos de las mismas técnicas de imagen de siempre: ecografía, mamografía y resonancia magnética.
La patología más frecuente es la benigna. En una ecografía podremos diferenciar si el bulto que se palpa se trata de una lesión líquida o sólida.
Lesión líquida
En caso de lesión líquida tenemos los quistes de leche o galactoceles, son los bultos más frecuentes en la lactancia. Consiste en la dilatación quística del conducto de la leche. Ocurre a veces al dejar la lactancia. En ocasiones pueden ser dolorosos y requerir ser puncionados para vaciar su contenido.
Lesión sólida
En caso de ser una lesión sólida podemos encontrar lesiones benignas. En un estudio de estos últimos días, la consulta era por un nódulo grande que había crecido mucho desde el inicio de la lactancia. La lesión estudiada por la resonancia parecía un hamartoma. El hamartoma es un tumor benigno compuesto por tejido fibroglandular idéntico al de la mama y por tanto con los mismos cambios que podemos encontrar en la mama lactante normal. El fibroadenoma, es otro tumor benigno que también puede llegar a crecer durante el embarazo.
De forma casual se identificó  otra lesión nodular en la otra mama. Se trataba de un tumor sólido benigno también propio de la lactancia, el adenoma de la lactancia.
En la consulta de hoy, un quiste de mama doloroso en una madre lactante que venía acompañada de su bebé ha resultado ser un momento feliz. Un bebé precioso ha invadido nuestro espacio y nos ha alegrado la mañana revolviendo a todo el personal.
En todos estos casos pudimos tranquilizar a las pacientes. Son pacientes jóvenes y que temen cualquier enfermedad por la responsabilidad de ser madres.
Lamentablemente, en estos pocos días también hemos podido ver una caso de una lesión maligna en una mama en lactancia. La resonancia proporciona imágenes de gran valor diagnóstico en el caso de un cáncer de mama con mamas lactantes. La leche acumulada en el tejido glandular normal supone un buen contraste para delimitar el cáncer. Estos casos son los más duros para las pacientes y para nosotros. Normalmente son personas muy jóvenes  con tumores más agresivos y en ellas pesa mucho el pensar que su vida está en riesgo teniendo en cuenta que acaban de ser madres.

Imagen de cáncer de mama en lactancia por resonancia magnética

Imagen de cáncer de mama en lactancia por resonancia magnética

 
Afortunadamente los tratamientos para ellas también han mejorado pero lo importante es el diagnóstico precoz.
Por eso es importante realizar una consulta si se detecta un bulto en la mama a pesar de que la lactancia ya comporta muchos cambios de textura en el pecho.
Posibilidad también de patologías inflamatorias
La mastitis es la patología inflamatoria que podemos encontrar con frecuencia en estas mamas. Se caracteriza por los signos inflamatorios típicos: calor, dolor  y enrojecimiento de la piel. Requiere de tratamiento antibiótico por lo que ante estos signos es imprescindible acudir a la consulta del médico.