Esta semana una de mis pacientes de resonancia magnética recibió un diagnóstico que intuía que era maligno. Se trataba de un carcinoma in situ o carcinoma intraductal. Después del diagnóstico, pudimos hablar y la información la tranquilizó bastante.
El carcinoma in situ es un precursor no obligado del cáncer de mama invasivo. Eso quiere decir que es el paso previo a desarrollar un cáncer de mama invasivo, pero que no siempre evoluciona hacia esta dirección.
En este tipo de lesiones, las células son malignas pero no tienen capacidad de invadir el tejido de alrededor o hacer metástasis a distancia. Eso hace que sea una enfermedad curable con un tratamiento local. En este caso la extirpación quirúrgica acompañada en ocasiones de radioterapia son los tratamientos actuales que se suele realizar.
El carcinoma intraductal es una patología cada día más frecuente desde que se generalizó el uso de la mamografía. Ha pasado de ser un 5% en los diagnósticos de cáncer de mama de los años 80 a ser un 20-25% en los diagnósticos actuales. Es el diagnóstico más precoz en el cáncer de mama y es el fruto de los programas de detección precoz como la mamografía.
En la mamografía podemos detectar carcinoma intraductal en forma de algunas microcalcificaciones que se presentan agrupadas o con ciertos patrones sospechosos. En otras ocasiones lo vemos muy fácilmente en la resonancia magnética.
El carcinoma intraductal tiene distintas formas de presentarse muchas veces es un pequeño foco y en otras ocasiones es una extensa área de la mama.
En el caso de nuestra paciente se trataba de una lesión extensa que afectaba a más de un cuadrante de la mama. Aquí la buena mala noticia tiene un agravante. En el caso de tener que extirpar un área extensa del seno, la cirugía será una mastectomía, es decir una extirpación completa del pecho. Con la cirugía nos debemos asegurar la extirpación de todo el carcinoma in situ y dejar un resultado estético razonable. En estos casos duele tener que tratar de forma más agresiva una enfermedad que en ese momento no tiene potencial para invadir y es curable. La cirugía reparadora ayudará a completar el tratamiento y reponer el pecho extirpado.
A nuestra paciente le pareció más importante evitar la quimioterapia y asegurarse la curación que perder el pecho. Sabía que se lo podría reconstruir. Pero no siempre es así, asumir la mastectomía no es fácil.
La mamografía cada vez más precisa y ahora la tomosíntesis nos permiten detectar la mayoría del carcinoma in situ. Sabemos que dentro del carcinoma intraductal que estamos diagnosticando y tratando hay un grupo que nunca evolucionaría de forma agresiva y que por tanto estamos tratando sin necesidad. Eso es a lo que llamamos un sobretratamiento. Este es el argumento de los detractores de la mamografía. A día de hoy no podemos diferenciarlo y debemos tratar todo el carcinoma in situ que encontramos. Distinguir este tipo de carcinoma intraductal sin capacidad para invadir es el reto que nos planteamos para el futuro
Además, aspiramos a detectar no solo un 20% del cáncer de mama en fases pre- invasivas.
El verdadero éxito de los programas de detección precoz de cáncer de mama debería ser detectar la mayoría del cáncer en forma de carcinoma in situ, es decir en sus formas más precoces cuándo el tratamiento puede ser local, evitando tratamientos como la quimioterapía y asegurando la curación.
Por tanto si te han diagnosticado un carcinoma in situ, ¡ya sabes que has tenido suerte!